Tu eres mi mundo

Me miras y yo me olvido de los demás. Me sonríes y muero por ser yo la razón por la que lo haces. Me hablas y se me paraliza el corazón. Me tocas y tiemblo.

Tiemblo al pensar que tus manos quizás algún día no me vuelvan a tocar porque todo inicio tiene un final y el nuestro no sé cuando llegará.

En cuanto te miré a los ojos supe que tu serías mi mundo, que serías la razón de mi existencia, el motivo de mi sonrisa y la causa de mi felicidad. 

Y tu, me sonreiste y entonces se me paralizó el corazón y mi respiración se paró en seco porque no pude creer que hubiera visto la sonrisa más bonita de mi existencia y, que me la hubieras dedicado a mi. 

Te acercaste confiado y rozaste mi mejilla con la yema de tus dedos, y fue entonces cuando mi mundo se vino abajo al comprender que en ese mismo instante habías robado mi corazón con solo una caricia.

Pasaste a ser mi mundo entero, supiraba por ti y solo pensaba en estar contigo. Y yo, pasé a ser la mujer de tu vida porque en el instante en el que me rozaste con tu mano comprendiste que ya no podrías vivir ni un solo día más sin tocarme.