Corazón Kamikaze

Arriesgar a veces no es bueno, pierdes a la persona que crees que es el amor de tu vida al intentar arriesgarlo todo, al escuchar que no, que no puede amarte tal y como eres, que contigo no puede, que no puede quererte siendo tu misma. ¿Y de que sirve ser tu misma si no puede arriesgar por ti? Tarde mucho en comprender que yo no tenía nada de malo, sino tu. Eras tu quien no quería a alguien como yo, querías a alguien que no estuviera rota por dentro, y por fuera ¿Y quien me va a querer así? Solo yo misma. No quería tener que vivir con la ansiedad descontrolada de pensar que me querías pero que a la vez odiabas lo que era y te borre de mi vida para siempre, para no pensarte y para que no me recordarás a cada instante tu rechazo. Te perdono porque no quieres estar conmigo, porque no sabes ver lo que hay dentro de mi, te perdono por dejarme llorar descontroladamente pensando que me darías una oportunidad, te perdono por no saber que hay dentro de mi, por no saber ver que mis ojos sol

Pensé que jamás te podría olvidar, pera tras besar sus labios un atisbo de esperanza se coló en mi interior y me di cuenta de que olvidarte era posible y no imposible como yo creía... Hasta que me di cuenta de que aquél a quien besaba tan solo era un capullo mas, y entonces tu volviste a mi mente trayendo los recuerdos mas amargos que podrías darme. ¿Como pude pensar que sería capaz de olvidarte en otros brazos? Otros brazos que no eran los tuyos y otros besos que no me provocaban ni la mitad de lo que tus provocabas al rozarme con tu mano, pero por un minuto lo pensé y volví a la realidad como una tormenta que arrasa con todo. Y entendí que otro clavo no saca otro clavo y que si quería olvidarme de ti tenía que estar sola, sufrirlo sola y llorarte hasta que no me quedarán mas lagrimas dentro de mi corazón.

Mi corazón es tuyo desde hace tiempo, cuidalo bien porque desde que te lo entregue a ti nadie más ha podido entrar en el. Ni siquiera han podido rozarlo porque siempre que alguien se acercaba tu estabas siempre presente en mis pensamientos. Ya ni recuerdo como era el sabor de tus labios, pero si que recuerdo el amargo sabor de tu rechazo al tirar mi corazón a la basura. Te dije que lo cuidaras, pero tu solo supiste pisarlo y romperlo en mil pedacitos para después tirarlo como si no fuera nada.  Dime, ¿ahora quien querrá recoger esos pedazos y pegarlos trozo a trozo para recomponerlo? Sinceramente, si no eres tú quien lo hace, no quiero que lo haga nadie más, porque tu, siempre serás TU. Siempre serán tus besos los que me besen, tus ojos los que me miren y brazos los que me cobijen.  Siempre serás tu quien regrese a mi mente. 

Tus besos pasados duelen al recordarlos, duele el recordar que tu respuesta fue un "no", y en el momento en el que me di cuenta de que ni siquiera te importaban mis sentimientos supe que lo nuestro tendría un fin, pero nunca un pricipio.  Que aunque tus besos fueron míos por un instante y tus brazos me abrazaron más fuerte que nunca, tu jamás ibas a cambiar tu "no" por un "si".  Y entonces entendí que nunca ibas a ser mío y que tendría que olvidarte para siempre, cosa imposible, porque estas todo el tiempo en cada rincón de mi mente, recordándome que fuiste mío por un breve instante de felicidad.  Y ese instante se convirtió en tristeza, llantos y rabia porque sabía que no iba a volver a tenerte. 

Me preguntas que siento por ti, ven, te lo mostraré, eso no se puede escribir con palabras. Abrázame, cierra los ojos y siente. ¿Lo sientes? Es como si solo estuviéramos tu y yo, como si estuviera en un abismo agarrada solamente por tus brazos, como si me faltará el aire pero tu fueras mi respiración, como si se me parará el corazón pero tu lo hicieras bombear.  ¿Que siento? Te diría todo eso y apenas se acercaría ni un milímetro a todo lo que siento cuando tus manos me tocan, y es por eso que cuando te siento tan lejos tengo un gran vacío donde antes estaba mi corazón porque solo cuando estoy contigo soy capaz de sentir, lo demás es solo un desierto sin nada a la vista. Porque solo a tu lado puedo sentir, puedo respirar y mi corazón puede bombear.

Y mientras caía el agua ardiente sobre mi cuerpo solo podía pensar en tus manos tocándome, y después, solo sentí frío porque me di cuenta de que tus manos no iban a tocar mi piel nunca más. ¿Cómo se puede ser hielo cuando juntos somos puro fuego? Y a partir de ahí dejé de sentir, deje de pensar y deje de querer, porque si tu no eras el que me tocaba ya nada ni nadie merecería la pena, ya que otros besos no me sabrían nunca igual que los tuyos porque tu eras el aire que avivaba mi fuego. Y mi fuego se acabó en el momento en el que tu extintor se encendió apagandome por completo.  El mundo se paro en el momento en el que deje de pensar en tus besos, pero hay algo que no podía olvidar, tus palabras de desprecio. Aún así no pude sacar de mi cabeza tu nombre, que me perseguía allá a donde iba teniéndote presente en cada una de mis noches de soledad, y entonces me di cuenta de que nunca sería capaz de olvidarte por mucho que supiera que no merecías la pena.